Entre
el polvo, cubierto de telarañas y el saber anciano acumulado con el paso del
tiempo, olvidado en un rincón de cualquier desván, guardando los secretos que
un día lejano en el tiempo las manos afanosas supieron tejer entre cuero y
madera.
Las
piedras ocultan su brillo azulado, entre olas de un mar de polvo, que año tras
año, se esfuerza en empañar el recuerdo de la belleza.
Pero
todo lo olvidado, condenado o no por esa ignorancia a la más cruel soledad,
algún día renacerá y eso es lo que nos disponemos a hacer, como ave fénix,
entre el polvo, despertando del letargo de los tiempos, con el alma de madera, recubierto de fina piel,
volverá a revivir los sueños de un tiempo mejor para la saga de los ARCONES.
Un
trapo, algo de tiempo, y como salido de otro lugar, de otro momento, lejano, un
arcón, último vestigio de una forma de vivir casi olvidada, recuperada en el
tiempo tras largos lustros de ausencia, elevada y cotizada, pues entre su
estructura de pino y su cubierta de piel, la memoria se hace larga en el pasado
y el pasado, que parece perdido, es la
melancolía de un momento mejor en la vida. De una vida que se remonta lejos,
muy atrás, pues el hombre, en toda su creación y en la búsqueda de la utilidad,
creo a los arcones para servirle y como buenos siervos, estuvieron a su lado en
todo momento, hasta que el hombre, en su evolución imparable, los convirtió en
meros objetos de colección, negándoles el alma aplicada que los guió bajo las
pirámides y sobrevivió a su propio creador durante generaciones enteras de la
misma familia.
La
luz difusa arranca brillos delicados de las ágatas azules, en ellas el mar es
la expresión misma de un color. La piedra, que nunca muere, esta abrazada,
incrustada ,sitiada como un lago de añiles aguas, por un desierto de piel
tostada, modelada por dunas, que ahora asemejan una caracola, que ahora algas
en continuo vaivén, mecidos por las corrientes que nunca se ven. El rumor del
mar hace ecos entre el entramado de madera que a forma de esqueleto sustenta la
vida.
Nos
atrevemos a un mas allá y armados de coraje levantamos la tapa, la cubierta a
dos aguas, que nos oculta el interior. Allí el polvo no ha llegado, el tapizado
aunque algo mohoso, demuestra todavía que el tiempo no pasa tan deprima para un
arcón como para una persona. Del color de las nubes sobre el océano, el
tapizado interior es lo único que nos saluda, dentro no ahí nada, solo el
letargo a punto de despertar. La luz difusa, se hace oscuridad en el interior,
por un momento vemos como si el veteado de la madera se moviera como ondas en
el agua, ondas ligeramente doradas y oscurecidas por el uso.
Azul,
mar; verde, vida; tostado, arena; son
los colores del fondo del mar, son la sabia de las aguas que alimentaron la
imaginación del artesano. Las conchas nacaradas, el sol en la madera y el
viento entre los listones , no dejan en ningún momento de persuadir a la
contemplación, pero ante todo, esta la belleza unida con la utilidad y el
conocimiento.
El
presente, el momento, pese a ser vivido con toda la intensidad que le
caracteriza, no deja en ningún momento de ser una referencia al pasado. Es
paradógico que los mejores momentos sean siempre los recuerdos del pasado,
recuerdos, que buenos o malos, son la historia que marca lo que ahora somos, lo
que en un presente representamos. Y no ahí mejor manera de saber lo que somos
que recorriendo a pie el largo camino hasta el principio.
La
persona tiene su historia. Ella se encuentra escrita, o bien se escabulle entre
el saber popular, pero ¿ y un arcón ?, ¿ como puede recordar algo sin vida,
algo creado por y para el hombre ?. El y su escritura son la respuesta. El
arcón no puede, pero el hombre si y como
buen creador, toma buena nota de su obra.
El
mismo nos dice, que el arcón , le ha acompañado durante tanto tiempo, que las
escrituras estaban todavía por utilizar cuando su uso de adminículo era
comúnmente utilizado . Ese uso, prescindible para la subsistencia del hombre,
es un mero reflejo del poder evolutivo, hiendo in crescendo y parejo al cambio
de su nivel cultural, mostrándose como objeto creativo y práctico de las
diferentes sociedades, llegando a tener un carácter decorativo pero conservando
al máximo su carácter funcional, la base de su creación, una naturaleza
practica y funcional.
Sobre
el 2000 al 1000 a.c., bajo las pirámides, los vivos rojos, fuertes azules y sus
negros muertos, encerraban generalmente distintos tipos de cofres y arcones en
sus entrañas. Sus lineas rectas acompañaban al difunto, que junto con sus joyas
emprendían el viaje eterno. Como todo lo egipcio, los motivos ornamentales son
principalmente geométricos y estaban en exceso recargados, sobre el frío suelo
de piedra o sobre cuatro patas rectas o apoyados sobre garras animalescas los
arcones, de planta rectangular, servían como recipientes para el ajuar del
muerto en su viaje al otro mundo, un uso
que daría como resultado posterior la diferenciación entre arcones
,cofres o recipientes rituales y funerarios dependiendo de su contenido.
Del
1000 a. c. hasta el siglo V d.c., Grecia
y Roma, dos potencias culturales del momento, utilizaron también, como no, el
arcón. Gente viajera y de grandes descubrimientos, por fuerza debía adaptar
este útil para sus mejores usos, y a eso lo destinaron. Cofres, arcas, de finas
pieles, generalmente teñidas y ocasionalmente al natural, labradas o no con
decoraciones geométricas y naturalistas, eran utilizadas en los continuos ir y
venir de las gentes de estos pueblos. Servían pues como transporte de
pertenencias, ropajes, objetos, vituallas
etc.. .
Algo
más al este, en la milenaria china, el cofre es un objeto poco representativo.
Pocas notas nos deja su historia, solo algún ocasional cofrecillo de metal. El
cuero y la madera de los arcones de otras culturas ,es en esta motivo de
tapices y biombos.
El
mediterráneo sur del siglo X d.c., ante todo era conflictivo y religioso. Hasta
nosotros nos han llegado las armaduras de cuero Arabes y los Tahailes, caja de
armazón de madera, recubierta de cuero labrado, donde se guarda el Corán en los
viajes y en las guerras. Una referencia mas del arcón sobre las peregrinaciones
del hombre. El estilo recargado pero invariable marcado por repujados,
estampados, mosaicos y metalizados, las
técnicas del cuero en sus diferentes variantes.
Sobresaliendo
en el uso de dichas técnicas, el pueblo
de Ghadamés trabajando el llamado Ghadamesi. Estas técnicas viajaron con los
Arabes y con ellos llegaron a España, allí fue asimilada llamándose Guadamacil,
de técnica invariable siendo las pieles repujadas y estofadas principalmente,
pero variando en los motivos
decorativos, basándose estos últimos en motivos
autóctonos. En Córdoba, nace un estilo peculiar a raíz del Guadamacil,
el Cor_ dobán. Su uso es mucho mas
difundido, siendo utilizado en el uso personal y aguar casero, como arcas,
cofres, arneses, cojines...
Igual
que brillan las estrellas el firmamento, el arcón tuvo su momento de esplendor
donde brillo con utilidad propia , el románico. Allí su uso se extendió tanto
como la necesidad precisaba por toda Europa en una integración de las artes en
un estilo propio . En estos momentos el arcón es un medio, un uso, sus formas
son cuadradas, con tendencia a la
postura horizontal, son pesados, pero recios, y sirven para guardar toda clase de utensilios,
desde finas ropas, hasta harinas, tomando en esta época muchos usos, que
derivan en otras funciones prácticas, utilizándose como cama o mesas según el
momento del día, así se siguió marcando diferencias, cuantas mas funciones mas
especialización, la tapa plana para
asentamientos estables, tapa abovedada para los viajes, debido a su mayor
capacidad, con cobertura de mimbre recubierta de cuero llamada Bauht y con
cubiertas a tejadillos de dos o cuatro vertientes ,para proteger las
pertenencias de las inclemencias del tiempo.
La
ornamentación es tosca, algo característico de la época, subordinada a la
estructura ,esta bajo la ley del marco y representa bajos relieves de estilo
expresionista y simbólico, o zonas lisas
donde la decoración son las aplicaciones de herrajes metálicos sobre cuero o
madera, en esta época se desarrolla la orfebrería,sobre todo en oro.
Se
dan esporádicos casos, en los que en pequeños cofres se prodiga el uso de la
piedra, el nácar y las incrustaciones de madera, metal. Las ágatas son
ocasionalmente utilizadas,las piedras utilizadas no eran necesariamente
preciosas ,pero si se tenia una preferencia por el color azul en ellas.
En el
comienzo del comercio s. XII las
sociedad feudal de paso a las grandes ciudades el arte tiene un proceso
evolutivo y en el s. XIII el gremio dirige el arte de la ciudad este arte es
naturalista y realista.
El
tiempo sigue corriendo y con el destino
del arcón. En el siglo XV d.c. en el
gótico, su estructura perdura, pero la riqueza artística se hace notar en las
filigranas ornamentales, largas hojas de acanto, cenefas de laurel, siguiendo
el estilo recargado de las decoraciones naturalistas y arquitectónicas de la
época el arte se ve ampliado , es más profundo y asienta las bases de la cultura moderna.Aparecen los
artesanos especializados y con ellos una labor artística fina y virtuosa,lo
cual con el incremento de la clientela burguesa promueve un gran avance en las
artes,en diseños, ejecución,herramientas y procedimientos.
Hacia
el norte de Europa el arcón se hace mas ligero y elegante, pasando a utilizar
maderas blancas representativas de estas latitudes frías, como el pino y el
abeto. En las zonas sur de Europa el acabado es aun tosco, comenzando el
Bargueño a desplazar al arcón en España, cofre con tapa abatible, cajones y
asas laterales que facilitan su transporte y patas que le dan un carácter
sedentario es utilizado como escritorio. Las maderas como el nogal son mas
características de estas latitudes.
La
tradición que comienza a ser fuerte, se empieza a incrementar el uso del arcón
de boda, lujo de clases elevadas que se hace como regalo por parte del novio
hacia la futura esposa. Estos arcones forman parte del ajuar, los heredan de
madres a hijas y ocupan en general lugares predominantes, lo que indica el
grado de valor social que alcanzaban. En el gótico se prodigan detalles
geométricos, inscripciones y figuras, evolucionan a pasos de gigante la
metalisteria, la orfebrería y el hierro, como base de herrajes en cofres y
arquetas. Se valora el repujado y el calado de las pieles tanto por su calidad,
como por su cantidad la estructura de
las arcas se basa en largueros que le dan consistencia y en tablas de
relleno.
El
arcón de bodas pasa a convertirse en el máximo exponente de esta larga familia
en el renacimiento s XVI . Su estructura permanece invariable y pasan del
carácter practico al suntuoso, siendo en esta época representativas
exclusivamente de las clases altas de la sociedad.
Las
cotizadas incrustaciones en marfil, nácar, exquisitas maderas tropicales,
conchas y los estucados de los artistas del momento, hacen de este articulo un
bien de gran valor económico y una inversión de gran lujo, es en este momento
cuando comienza el declive del arcón como utensilio útil común y pasa a ser una
pieza de lujo o colección.
Este
es el momento en el que en varios países de Europa se intenta copiar los
estilos tradicionales imperantes en España, las masificaron de replicas satura
el mercado, que reduciendo los precios abarata el producto en detrimento de la
calidad, con el consiguiente rechazo por parte del publico. Este hecho da lugar
a que casi desaparezca el uso de estas técnicas en España y América latina se
conviertan los talleres en arte popular, y sea borrada materialmente del resto
de Europa, como en Alemania y Francia.
La
ornamentación es la lucha continua entre el clasicismo heredado, el retorno a
la medida del hombre, la riqueza de los muebles
y la nueva casa renacentista lujosa hace que el mobiliario aumente en
detrimento de otras formas ya utilizadas. Con el extravagante nuevo viento del
barroco. Que se limita a realizar un lavado de cara, variando únicamente la
ornamentación y permaneciendo inmutable en cuanto a estructuras .
Varias
razones ayudan al arcón en su ocaso. En la evolución de los tiempo varios otros
utensilios han salido de la rama común del arcón. Diferentes especializaciones
que prosiguen su propia evolución. Muchos de esos objetos terminaron por
suplantar al tronco común. Es el caso de armarios, cómodas, alacenas, bargueños
y sus subsiguientes evoluciones.
La
capacidad, la versatilidad, funcionalidad y sobre todo una especialización que
obligaba continuamente a crear nuevos modelos para nuevos usos relegan al arcón
a un rol estético , que va perdiendo su valor practico por uno mas ornamental y
romántico. Es una muestra mas de como la evolución práctica pasa por prescindir
en cuanto no es necesario de la raíz de la propia evolución y crea múltiple
ramas de una misma hundiéndose en un laberinto de usos no a la fuerza más
necesarios que prácticos.
En
plena explosión industrial y demográfica, cuando el mueble a relegado al arcón,
pequeños brotes recuperan este articulo para diferentes generaciones. Trata de
ser un trabajo artesano, lejos de la voraz industria, se intentan recuperar las
tradiciones y que estas sean remuneradas como lo que son, técnicas cuidadas en
vías de extinción. Ejemplos son el Art And Crafts, el Art Noveau o el Art Deco,
que priman el trabajo artesanal, el sudor del creador, por encima del aceite de
la maquina, la repetición y el abaratamiento de los materiales.
La
industrialización trae consigo el materialismo, ahora si que funcionalidad
prima sobre la estética. Ya no se tiene en cuenta el toque artístico, solo sus
posible usos y utilidades, el resto es secundario y todo lo secundario no tiene
cabida en el mundo tecnológico. El arcón es un resto de arte antiguo, son
creados soñando con el pasado, el motivo no cuenta, si lo que se observa es
arte, arte mas allá de la mera definición, arte que ante todo es útil, así
mismo y a su creador.
El
rincón esta ahora vacío, el arcón, que con primor desempolve y saque del oscuro
desván, luce bajo la luz del día. Se que se siente feliz, es siervo de su
destino y su destino es servir.
Su
forma rectangular, su tapa de dos aguas, las ágatas, cada rincón respira
antigüedad y sabiduría ahora a la luz del día se puede apreciar su
ornamentación naturalista propia del Art Nouveau repujada en piel con el mismo
proceso utilizado en Ghadames que luego fue adoptado en la península con la
estructura inmutable románica, pero cambiada por los siglos posteriores a base
de largueros tablas y tapas en vertientes Generaciones de hombres y mujeres
depositaron desde las cosas mas triviales hasta sus sueños mas secretos en el
fondo de arcones como este ,un día reencontrados
Pero
entre los secretos mejor guardados, el secreto que tanto tiempo oculto ha
sobrevivido y que es el secreto del artesano, del artífice del ingenio, el ser
que durante horas se privo de sueño y de vida por ver realizado su sueño, ese
es el autentico secreto, el sueño, el resto, es la técnica aplicada.
La
técnica es lo que a logrado realizar el milagro de mantener unidas cada parte
del conjunto y sin perder un ápice de hermosura.
La
técnica, conjunto de fórmulas, que en unión forman un conjunto útil, es el caso
de los arcones dedicados al mobiliario, un proceso largo, pero sencillo.
Patas
y pies o el fondo como las bases, montantes y travesaños forman la estructura
ósea, que da consistencia y robustez al conjunto. Es el cuerpo del mueble o
armazón, que a modo de chasis es la base de su perfecta adaptación y función
precisa.
Un
chasis como tal es un esqueleto vacío, solo el aire deambula entre listones y
vigas. Una envoltura, tableros, paneles, molduras y ornamentaciones, le darán
el resultado final, vestirán su esqueleto desnudo y terminaran siendo parte del
arte decorativo en el hogar. Espejos, lienzos y un sin fin de muestras mas,
cubrirán estos paneles.
La
madera que como el calcio forma los huesos, es la base del armazón y en general
de los paneles. El pino, ese árbol enhiesto, de resinosa madera, amarillento
como el sol, surcada por mil vetas y nudos, blanda y liviana en las manos del
artesano, vivirá por largo tiempo. Es una base ideal para trabajos de
ebanistería, es agradecida y cálida, liviana pero resistente, suave y sencilla
de trabajar. El tiempo destruye madera y
al pino.
Ante
mi tengo a mi arcón, puesto que ya le he adoptado. Mi mano pasa sobre la suave
madera lijada y pienso en la maquinaria, en la mano que paso primorosa una y
otra vez sobre la astillada superficie del largo tablón. En la labra que
arranco en virutas la parte exterior dañada y
rugosa que dejo sobre sus cuchillas un
listón dorado.
Con
la regruesadora se dejó la madera a la
medida deseada e igualada en toda su superficie para la posterior desmembración
en las partes, que cortadas por la cinta de la sierra, formaran con las medidas
precisas, cada hueso, casa espiga, que sustenta no sin dificultad, la esencia
del arcón, el mueble.
El
disco de metal escuadrara seguro los tablones y se unirán por el canto los
tableros para conseguir mas del doble del ancho del tronco utilizado, para
poder realizar esta unión se utiliza el sistema llamándose clavijas consistente
en taladrar con la escopleadora los
gruesos y unirlos con espigas de madera cilíndrica. La unión de fondo y laterales
se efectúa con el ensamble de caja múltiple reforzando la estructura y el
listón de testa ensamblando panel y caja en perfecta armonía de madera. Los
listones se unen como veo a la caja mediante ensambles de caja y espiga,
reforzando mas si cabe la ya de por si robusta estructura. La tapa del arcón
atrae mi mirada su forma en tejadillo de dos vertientes sin vértice superior ha
sido unida a inglete con una espiga corrida de base.En ambos laterales se efectuó un vano ovalado para que sirviesen de asas y facilitar la movilidad del
arcón.
La
cera, la siento entre los poros de la madera lijada, protegerá aun más, si
cave, la cubierta natural contra humedades e inclemencias. Al golpeteo de mis
nudillos, me contesta desde la dura madera, que abrazada por el cuero,
amortigua sus sonidos.
El
color tostado de la piel de caballo, encerada, suave y tersa, resiste el ataque
del tiempo con digna soberbia. Su cerrado poro, le da la suavidad y una
limpieza de trazo admirable y pese a ser, a mi apariencia, la parte de delante,
mas fina y liviana que la trasera, mucho más gruesa, el aspecto que esta me
muestra es correcto y resistente. La parte trasera está, ademas marcada de
ocasionales heridas, aunque su fibra es mucho mas gruesa y compacta, me deleito
con acariciarla y siento en mis yemas la suave tersura de esta piel curtida al
tanino que permite con soltura el trabajo artístico. Ni grasa, ni cromo,
curtida naturalmente y así poder llegar a ser una expresión superior.
A
la luz difusa del interior de mi hogar, me sorprende la diferente tonalidad de
mi propia piel blancuzca y el tostado azucarado del cuero. Pienso en los
patrones de papel, que son el alma bidimensional del arcón. En como el vasto
papel de estraza, servirá para que con agua y abridor, se calque su forma en el
cuero.
Un
primer volumen verá la luz sobre la plastelina y utilizando con cuidado el
modelador que repasara las lineas del diseño, que poco a poco cobra vida ante
mis ojos. Ahora los volúmenes crecerán allí donde sean necesarios, mas
plastelina ,agua y paciencia,la piel se irá adaptando al volumen y así el repujado será la forma definitiva del
relieve.
Resaltaran
el repujado los mateadores de arenilla, dando una nueva textura, algo especial,
al cuero, golpeándolos con diferentes intensidades difuminan el
corte entre piel mateada y piel limpia.
Cola
blanca y algodón harán de los volúmenes algo duradero y resistente bajo
presión, claro esta, una vez retirada la plastelina, los pasos, los veo ante mi
y como si comprendiera lo que son, aprendo.
Mi
mano recorre la tapa y tropieza con la frialdad de las piedras azuladas. Estas
están incrustadas en el cuero y este abraza el ágata con dulzura, para que
nunca se pierdan del nido y como gotas de agua oscura, lanza pequeños brazos
sobre ellas, inmovilizándolas hasta que el cuero aguante. La delgada cuchilla
de incisiones, trazó el perfecto corte
de la incrustación.
Frente,
trasero y tapa, las partes forradas de cuero, forman un solo cuerpo, pero eso
es ahora, antes no lo fue y me admiro al observar los dobleces del cuero sobre
la madera, la extremada finura del cuero, chiflado, remata los cantos y bordes,
sin que apenas se note el grosor extra. Todo pegado con cola y adaptado con el
liquido elemento, que unirá, ya para siempre, cuero y madera.
Aun
con el paso de los años, los colores no se han perdido, el verde malaquita,
como anilina natural, sobre el azul cobalto del mar que lo da la tinta china,
da un fondo al nacarado de las conchas. Todo lo ilumina el amarillento ácido
pitrico, la poca química en un mundo de naturaleza, el mar y su vida.
La
cubierta se levanta, y el espacioso interior, limpio, desprende olor de
alcanfor, que recuerda viejos vestidos en el baúl de la abuela. Y como en el
baúl de nuestra abuela, el interior esta tapizado, menos costados y fondo, con
tela azul claro casi gris por el paso del tiempo, La goma espuma mullida
acolcha bajo la tela el acogedor interior rematado con tachuelas, uno casi
desearía sor objeto, para ser dispuesto en tan buen lugar y a recaudo de los
malos golpes.
Para
proteger colores del paso del tiempo se recubrió todo con cera al igual que la madera fue objeto del mismo
trato.
Se
hace tarde y aunque parezca mentira me siento cansado, cansado de las
sensaciones que durante todo el día me ha hecho sentir el arcón. Tan cansado
como si el artista en una misma noche lo hubiese fabricado.
Fabricado
no, pero pensado si. Me admiro en mis cavilaciones, yo tan torpe para esas
cosas, del pensar me refiero. El enorme y complicado proceso creativo es aun
así, claro para mi en este momento. Como si yo fuera el artista, aun frente al
arcón abierto, creo tener en mi los pasos de la mente del artista.
Primero
fue la idea, la idea creo dibujos, que a forma de varios, quizá cientos de
bocetos, dieron al autor, mil y una formas para su creación. Pero solo una es
la que vale, y esa es al final la única que vera la luz. La elección, no solo
basada en el gusto estético y personal, es ante todo funcional y en eso el
diseño, medidas y dimensiones nos darán el uso. El material, millones de combinaciones
posibles, millones de problemas. Su elección es fundamental, no solo en el
impacto estético, también el tiempo tendrá que dar su opinión y aquí lo mas
duradero, es siempre lo que gana. Por su dureza, por ser ligueras y fáciles de
trabajar, son otros de los múltiples tamices que filtraran tipos, hasta llegar
a los deseados.
Bocetos,
croquis ,maquetas y estudios de color ,
a escala proporcional, trabajo obligado antes del duro fabricar la pieza única,
darán una visión real aproximada del resultado final y nos darán a su debido
momento pistas sobre que tipos de ensambles y uniones utilizaremos.
Al
final esta el arcón, acabado y listo para el uso funcional que lo alumbró,
aunque es posible que nadie lo use mas, que se llene de polvo en cualquier rincón,
pues el futuro de metal crea y evoluciona, el plástico reduce costos u crea
formas y colores. Caldo para una sociedad tecnocratica, en la que el arte, por
muy funcional que sea, es solo una pieza mas de exposición en la complicada
cadena del consumo. Solo queda el coleccionismo, eso mantiene en uso a los
arcones, el gusto por una belleza del pasado, útil durante miles de años, que
ninguna evolución podrá borrar del recuerdo del hombre, por mucho que se empeñe
y pese a que al final, solo su carácter arcaico le hará mantener con vida. ¿
Quién sabe, el mundo loco gira demasiado deprisa ?. Tal vez un nuevo futuro
marque mejores momentos para los arcones.
El
arcón sigue vivo, en algunos lugares no se ha olvidada su uso y prosigue su utilización en la casa,en el
campo...
Mis
ojos se cierran, el sueño me vence, me duele el cuerpo. Absorto en la ingente
cantidad de energías y horas gastadas para conseguir el resultado final y que
los múltiples tumbos de las ideas hallan dado como resultado una pieza
terminada tras duro esfuerzo y trabajo. Me admiro, pero ya no tengo tiempo, el
sueño vence.
Me
despierto sobresaltado, sigo sentado en el sillón y ya la noche avanza hacia el
alba, miro hacia mi arcón y asustado compruebo que no esta y el recuerdo me
hace llorar, recuerdo que fue vendido, al poco de que yo lo terminara, mis
manos tiemblan de la emoción de un día de recuerdos, harto me voy a dormir.
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